Máscaras

Viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: máscara el rostro, máscara la sonrisa.
Octavio Paz, Máscaras Mexicanas

Anoche me fui a dormir con muchas cosas en la mente, en primer lugar este ensayo de Octavio Paz llamado Máscaras Mexicanas, en segundo lugar el Ensayo llamado Fenomenología del Relajo de Jorge Portilla, y de la impresión que conllevó el darme cuenta que tenía este blog y que no había escrito nada en él desde hace 16 años.

Podríamos decir que el tiempo es cruel, que es frio pero en realidad sólo es, no tiene empatía porque su trabajo es caminar hacia delante sin considerar los planes de cada uno de los seres que habitamos este planeta, pero entonces, ¿Qué tipo de reflexión nos puede generar esto?, es complicado, ya que los filósofos y pensadores han creado corrientes enteras dedicadas a darle una perspectiva al paso del tiempo y que debemos hacer con el mismo que nos queda en este planeta.

Llevo un poco más de un año en terapia, fui principalmente por ciertos problemas de ira y ansiedad, entre algunos otros, sin embargo me llevé la sorpresa hace un poco más de dos meses que la raíz de esto no necesariamente era una respuesta a eventos traumáticos de la infancia (que si hubo) o que mi contexto socio cultural me llevó a donde estoy (que en parte si lo hizo), si no que soy una persona que se encuentra dentro del espectro autista; que a mi entender las personas dentro del espectro tienen cosas muy específicas pero que no necesariamente engloban a todas, cómo la gama de una paleta de colores, el rojo es rojo pero tiene muchísimas variaciones y cada una de ellas características que lo vuelven único.

Es un diagnóstico que sorprende porque llevas toda una vida, 38 años en mi caso, pensando que solo eres un poco retraído o introvertido, pero que en situaciones adecuadas se alinean las estrellas y puedes ser la persona más sociable del mundo, eso no lo hacen los autistas, ellos siempre son así y no tienen tendencia a la socialización; resulta que la premisa es errónea, la socialización es parte del espectro así cómo para algunos es necesario para otros no lo es tanto, ahora recuerde lector lo que dije en la segunda linea de este párrafo "en situaciones adecuadas cuando se alinean las estrellas", recientemente me enteré que no necesariamente pasa eso con las personas que ahora llaman "Neurotípicas".

Curiosamente anoche tuve un sueño donde estaba en las afueras de un salón de eventos, formado en una línea, vestido de traje y encima una toga, y me decían que esperáramos nuestro turno, para mi sorpresa ¡estaba en mi graduación de secundaria!, ¿raro? si, pero es mi sueño y pasa lo que los recónditos recovecos de mi inconsciente quieren que pase; todo lo anterior con mi edad actual, era extraño porque a pesar de ser una graduación también era un reencuentro de ex alumnos, y tenía la oportunidad de platicar un poco con las personas, mismas que pues a estas horas del día ya no recuerdo, pero aquí el cuestionamiento es ¿por qué regresé a la secundaria?; la suposición inmediata es que es la etapa de cambio más notable (no sé si en general, o sólo para mi), dónde buscas con más intensidad una identidad, donde buscas más pertenecer, y en donde utilizas máscaras para congeniar a veces de manera muy forzada o a veces de maneras más naturales, la socialización en esta etapa va dejando aprendizajes en forma de reflexiones o cicatrices (metafóricas), obviamente el ensayo de Octavio Paz sobre las máscaras mexicanas es más general y referente al pueblo mexicano y su machismo, su obsesión ´por las formalidades, sus rituales de formas y burocracias, sin embargo lo tomo también como parte de una dinámica social a la cuales somos arrastrados sea cómo sea siendo "Neuritípicos" o "Neurodivergentes".

Las máscaras que utilizamos en el día a día resultan importantes en la cultura mexicana para poder sobrellevar la compleja ritualística laboral, social y familiar, cómo dice Octavio Paz "El simulador pretende ser lo que no es. Su actividad reclama una constante improvisación, un ir hacia adelante siempre, entre arenas movedizas.", aunque hemos ahondado y repetido que todas las personas usan esa proyección externa de la personalidad para poder funcionar en la sociedad, también debemos estar conscientes que para las personas con Autismo significa un trabajo extra, un esfuerzo mayor que a final de cuentas no siempre se ve recompensado, porque por más que nos esforcemos seguimos siendo "esa persona rara", sin embargo nos seguimos exigiendo y esforzando causando alarmantemente cansancios siempre mayores; un meta análisis expuesto en el resumen del artículo "intervenciones hospitalarias para la suicidalidad aguda: mejorando el el apoyo para personas autistas. dos casos de estudio" expone que un 34% de las personas autistas sin discapacidad intelectual experimenta ideación suicida y un 24% lo han intentado, siendo estas cifras superiores a las de la población general. Probablemente resulta mucho texto, para exponer una realidad del espectro denominado: enmascaramiento, pero resulta importante conocer el concepto básico, cómo caemos en la dinámica y sus posibles consecuencias, para futuras entradas.
 

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